Los beneficios de la danza

Los beneficios de la danza

Beatriz Barceló, bailarina profesional y profesora de baile con más de 35 años en la profesión nos habla de los beneficios de la danza.

“Soy profesora de danza con una larga experiencia. Comencé a dar clases cuando tenía aproximadamente 20 años de una forma profesional. Anteriormente incluso colaboré con algunos trabajos docentes para pagarme mis estudios de danza. Se puede decir que llevo más de 35 años de profesión.

Aunque no he hecho un estudio científico sobre los beneficios que trae la danza a nuestra vida, sí puedo atestiguar, a través de tantísimos grupos como han pasado por mis manos, el efecto que este arte ocasiona en las personas.

beneficios de la danza
Beatriz Barceló

La danza es la expresión de uno mismo de una forma genuina y veraz. En el cuerpo se alojan multitud de emociones y experiencias que pasan a tomar una forma física. El espacio que le damos al cuerpo en este momento es a todas luces una auténtica terapia para descristalizar y desprogramar experiencias negativas y emociones dañinas. Existe una danza académica o entrenamiento de forma regular que parece que tiene un objetivo meramente estético pero sin embargo acarrea muchos beneficios. Una evolución en el campo físico, mental y emocional en paralelo a la adquisición de contenidos técnicos, del aprendizaje de pasos o coreografías.

En el centro que dirijo formamos desde niños hasta adultos en todos los niveles.

Recuerdo que hace unos años realizamos un experimento en el que a los más pequeños les pedíamos un dibujo de ellos mismos antes de comenzar la clase y al término de la misma volvían a realizar un dibujo con el mismo tema. El cambio entre el comienzo de la clase y el final era abismal. Claramente la conciencia física había aumentado en una sola sesión, ya que los niños en su dibujo final colocaban en su cara incluso las pestañas o pendientes, mientras que el primer dibujo estaba más relacionado con un monigote, una percepción más global de sí mismos y no del detalle. En este caso puedo afirmar que los niños habían mejorado de una forma considerable su conciencia corporal a través de la clase de danza, sin embargo aunque esto sea un hecho, éste es el beneficio que yo menos resaltaría dado que a nivel emocional y como aumento de la autoestima los resultados son mucho más evidentes

Los beneficios de la danza

La persona que danza da permiso y espacio a la expresión de su cuerpo. Las investigaciones científicas afirman recientemente que el cuerpo es capaz de somatizar experiencias y expresarlas por medio de la enfermedad, cuando esta experiencia psicológica no es atendida.

Ante un trauma, duelo o simplemente ante una experiencia vital negativa, relacionada por ejemplo con el desarrollo en la adolescencia, yo siempre recomendaría bailar para descodificar esas emociones negativas que se quedan ancladas en nuestra psique.

La psique, en griego  «alma humana», es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de éste tras su muerte. En psicología se utiliza esta palabra para referirse a procesos conscientes e inconscientes, ya que el contacto con el propio cuerpo, donde se aloja lo inconsciente, inicia la apertura de la consciencia.

Si atendemos al mito griego, que os invito a leer, a Psique la belleza no le había traído ninguna felicidad.

El mito de Eros y Psique nos recuerda que no hay belleza sin amor en la mirada del que contempla. A través de esa mirada, modelamos lo que somos y condicionamos el mundo que pisamos. Yo soy una convencida a través de mi experiencia estos años, de que no hay belleza en nuestro cuerpo si no hay amor en nuestra mirada hacia él. Cuidar de nuestro cuerpo, entrenarlo y modelarlo con la danza nos ayuda a amarlo. Es un hecho irrefutable.

Beneficios de bailar

Los africanos bailan en múltiples ocasiones de la vida, cuando ven que nosotros no bailamos suficiente intuyen que algo malo nos pasa. En las etnias más tribales el baile es una expresión de la alegría imprescindible. Una experiencia de encuentro, de celebración y ellos tienen más que demostrado que mover el cuerpo acompasado con la música tiene efectos muy beneficiosos en todas las dimensiones del ser humano. Ya los antiguos egipcios traían a la corte a los cotizados pigmeos como bufones bailarines de los faraones.

¿Por qué no bailamos más asiduamente? Probablemente por una serie de condicionamientos mentales donde parece que bailar es algo raro.

Los africanos bailan en múltiples ocasiones de la vida, cuando ven que nosotros no bailamos suficiente intuyen que algo malo nos pasa. En las etnias más tribales el baile es una expresión de la alegría imprescindible. Una experiencia de encuentro, de celebración y ellos tienen más que demostrado que mover el cuerpo acompasado con la música tiene efectos muy beneficiosos en todas las dimensiones del ser humano. Ya los antiguos egipcios traían a la corte a los cotizados pigmeos como bufones bailarines de los faraones.

¿Por qué no bailamos más asiduamente? Probablemente por una serie de condicionamientos mentales donde parece que bailar es algo raro.

Sin embargo, cuando ves nietos bailando con los abuelos, o en la celebración de una boda gente de distinta edad bailando y todos ellos disfrutando, es cuando te das cuenta de que hay una serie de cosas que hacen que la edad sea totalmente irrelevante y una de ellas es sin duda la música y el baile. A través de generaciones las danzas se utilizaron como rituales de paso, en todos los momentos de la vida había una danza típica, hasta para el momento de la despedida ante la muerte. Esto, que ahora se ha perdido, nos ha dejado muchas veces sin consolidar estas etapas, sin hacernos conscientes del ciclo de la vida y su eterno retorno. Tomar conciencia de ese cambio de etapa y celebrarlo mediante danzas nos ofrece esperanza y consuelo.

La danza nos une a todos porque es importantísimo no perder la alegría.
Aunque parezca sorprendente decirlo, la alegría y el entusiasmo están profundamente castigados hoy en día. Hay que tener un enorme coraje para moverse por la vida con alegría y entusiasmo, sencillamente por celebrar que estás vivo. Hay personas que se sienten ofendidas cuando ven a alguien feliz. También hay personas que se sienten intimidadas cuando ven a alguien entusiasta y ven la luz interior que todos tenemos dentro y que se expresa con alegría y entusiasmo en nuestro baile. Esa alegría se va apagando sencillamente para poder ser aceptado por el resto y esto es curioso porque luego en la inautenticidad en la que vivimos decimos que es importante estar alegres, sin embargo, aquella persona que expresan alegría y entusiasmo parece como que están haciendo algo inadecuado.
Yo creo firmemente que está haciendo algo muy adecuado. Lo que es inadecuado es la forma de mirarlo. Somos nosotros, los que tenemos una mirada enjuiciadora, los que tenemos que cuestionarnos de qué forma estamos mirando al que baila, canta o grita de alegría en público, porque el ser humano fue puesto en este mundo para vivir con alegría y plenitud, para expresar entusiasmo, para celebrar la vida, no para vivir con tristeza y da la sensación de que se nos ha olvidado. Cuando alguien nos lo recuerda con su alegría, con su entusiasmo, con su fuerza de voluntad, esto nos intimida. Lo dijo muy bien Marianne Williamson: “Es nuestra luz y no nuestra oscuridad la que nos aterroriza”. El ser humano tiene miedo a todo lo que es alegría, todo lo que sea entusiasmo te recuerda la luz que hay en ti, pero esto nos desborda, nos parece demasiado bonito para ser real.

A través de mis años como bailarina me he dado permiso a vivir el conflicto de la vida, a expresar mis miedos, inseguridades y tristezas, he conectado con mi alegría interior, he celebrado la vida. La gran bailarina Pina Bausch dijo “ Las cosas más importantes son las que descubrimos nosotros mismos a través del movimiento”.

Os invito a conoceros a vosotros mismos a través de la danza y cualquier tipo de expresión artística abrirás un cofre con un inmenso tesoro.”

Beneficios de la danza

Beatriz Barceló es directora de la escuela ExpresArte de Madrid. Ha sido responsable y profesora del Grado de Ciencias de la Danza de la Universidad Europea. Su trabajo en la danza se ha decantado por unir la danza con aspectos psicológicos, emocionales y holísticos. Sus viajes por Asia y África principalmente actuando le han permitido conectar con las formas más ancestrales y auténticas de danza.

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